A mi también me pasa. Las 3 claves para bajar el estrés.
No hay ninguna señal rara del estómago, lo que si veo tras la diagnosis es que el problema del estómago viene de los nervios - me dice la doctora.
Mi cara es un poema en ese momento. ¿A veces aprendes cosas que con el tiempo se te olvidan y cuando te vuelven a pasar dices... "¡pero si esto yo ya lo sabía y se me ha olvidado!"? 🤦♀️
Pues es lo que me pasó. Yo ya sabía que mis nervios afectaban al estómago pero se me había olvidado y en ese momento lo volví a recordar.
¡Claro leche! por eso estoy tan cansada y tengo más acidez, porque tengo estrés - de repente todo encaja en mi cabeza.
Hoy, me planto delante del blog y veo que tenía pensado hablar del estrés.
¿En serio? – me río irónicamente - ¿pero que le voy a decir yo a mi tribu de líderes de equipo sobre el estrés si yo soy la primera que tengo? – pienso.
Cuando estoy a punto de cambiar el tema del post, pienso que si está ahí es por algo y que de hecho, lo que para mi tiene más sentido es compartirlo para que aprendamos juntos. Así que ahí voy.
La gastritis la arrastro desde antes de empezar en el mundo del desarrollo personal y profesional.
Hace mucho tiempo que se creó, más exactamente hace unos 6 años, en un momento de cambio laboral inesperado. Si me sigues un poco o has venido a verme a alguna charla, es probable que ya sepas de lo que hablo, pero por si acaso no lo sabes, métete en mi masterclass de “Gestionar marrones con buena actitud es posible”, que te lo cuento en los primeros 5 minutos.
Cuando tuve los primeros síntomas, hice lo que todo el mundo hace - y que por desgracia muchos médicos recomiendan muy alegremente a mi parecer- poner parches a las consecuencias. Esos parches tienen nombres que quizá te suenen: Omeprazol, Paracetamol, Ibuprofeno, etc.
Tras un tiempo emparchetada perdida -palabra que me acabo de sacar de la manga- me di cuenta de que por ahí no iba la cosa. Comencé a leer libros de psicología que te recomiendo como "Trabajar sin sufrir" de María José Álava Reyes - te dejo el link abajo- y causalidades de la vida, se cruzó en mi camino la meditación.
Eso fue lo que marcó la diferencia y gracias a lo cual me quite el dolor de cabeza y de cuello prácticamente del todo. La gastritis no conseguí que se fuera totalmente – aunque lo haré - pero al menos, desde ese momento, la mantengo a raya normalmente.
Normalmente, salvo en momentos como los que estoy viviendo ahora, en los que combino dos trabajos en dos ciudades y mi gastritis me grita que frene.
Cuando “la escucho gritar” me recuerdo las tres claves que me funcionan para quitar el pie del acelerador y pisar el freno de verdad. Hoy las quiero compartir contigo porque son las tres cosas que mejor me funcionan y que no se las escucharás al médico probablemente:
Me pongo límites.
Te invito a que tú también lo hagas. En serio, si esta semana no estás para nadie, no te fuerces a salvar a los demás. No es egoísta, es sano. Si tú estás mal, lo que darás a los demás será una versión mala de ti mismo así que mejor no cojas el teléfono y llama cuando realmente te sientas bien, no porque te sientas culpable.
Me observo y escucho. Este punto es fundamental para poder hacer el anterior.
Si sales del curro y empalmas Instagram, con el Whatsapp, un video de Youtube y una serie al llegar a casa, lo único que vas a escuchar son tus ralladas pero cuando ya estás en la cama que es cuando por fin, has apagado todo.
Me trato con cariño.
No es auto complacencia ni soberbia, es necesario. Si no te tratas a ti con cariño, como vas a hacerlo con los demás. Se tú mejor amigo y deja de darte caña por favor. Eres la persona con la que vas a estar durante toda tu vida así que, construye una buena relación contigo mismo.
Estas tres son cosas son fundamentales para que no se me vaya la olla con el acelerador. No te invito a que creas que son la panacea si no a que las pruebes y veas si a ti te funcionan.
Y tú, ¿pisas el freno y el acelerador a la vez o consigues soltar y frenar de verdad?
Un abrazo gigante
Melisa Terriza
👊Lidérate para liderar👊
P.D. Una de las cosas que puede llegar a estresarte es la de información que hay en Internet y el poco tiempo que tienes de leerla. Por eso, hoy quiero invitarte a que te suscribas a mi canal de Ivoox para que mi blog no sea una causa de estrés y que lo puedas leer sin manos mientras caminas, haces la compra o lo que sea. No te piñes, usa podcast 😉